Experiencias paranormales
Experiencias paranormales
A mí ya no me extraña, porque me dedico a esto. Pero ayer fue especialmente llamativo:
Escribía mi columna semanal para la revista Pulso del CCH Naucalpan, yo sola en la sala, de noche, ya todos dormidos. Justo estaba escribiendo sobre un amigo de la juventud que falleció hace un par de años, cuando, zas: totalmente de la nada cayó al piso una cajita de metal.
Esa mañana, o el día anterior, mi hija había jugado con la cajita de metal. De esas tipo muñequitas Matruska, una cajita dentro de otra y una más dentro de esta última. Y no supe dónde la dejó.
Claro que cualquier ruido espanta a mitad de la noche. Sobre todo si estás escribiendo sobre una persona que ya no se encuentra en este plano. Y en especial si estás escribiendo pestes sobre otra persona que fue muy querida por el fallecido en cuestión.
Nada más pensé… David, ¡no me espantes!
¿O lo dije en voz alta? Quién sabe.
Los grimorios de Magia (Magick) advierten sobre no asustarse al tener experiencias paranormales. No tendría nada de raro tener manifestaciones físicas si haces hechizos invocando ángeles, arcángeles, demonios o genios.
Aquí en casa tenemos experiencias paranormales de vez en cuando. Y siempre se las atribuimos a mi abuelita Lupe que en paz descanse. A fin de cuentas, ella llevaba un mes viviendo aquí cuando todos enfermamos de Covid.
Pero lo de ayer sí fue así de… ¡ok! ¡Ya entendí! ¡Nunca volveré a mencionar a tu gran amistad, puesn!
Así que, si me preguntas: Sí. Los fantasmas sí existen. Literal que he hablado con muertos. Y es muuuy frecuente que, al estarle leyendo las cartas de Tarot a un cliente, alguno de sus fallecidos cercanos dé señales de vida, por decirlo así. He recibido frases, mensajes, detalles sobre el estilo de vestir, el peinado, peleas de herencias… etcétera.
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