Nutrióloga

Práctica diaria

Hoy tuve cita con mi nutrióloga Helleli Ayala.

Este año decidí que ya era suficiente con el sobrepeso de la pandemia. Enero bajé un kilo 200 gramos por mi cuenta, pero empecé a subir sin hacer nada distinto y me dio pánico.

Lo comenté con la única otra persona con la que hablo de ciertas cosas (también es bruja), y me contestó con un wey  yaa, estamos viejas y hay que aceptarlo.

Pero decidí que no. Kim Cattrall tenía 43 años cuando interpretó a Samantha Jones.

Le pedí orientación espiritual a María Matuz. Le he pedido que le dé terapia psicológica un par de imbéciles, pero no funciona así.

Sin embargo, me contestó: en ese momento se me prendió el foco de buscar en Google Mapas a la nutrióloga más cercana, y luego de ver sus reseñas hice cita.

Eso fue ya hace 5 kilos. Más o menos, porque los subo y los bajo, porque tomo hormonas y por aquello de que mi hija quiere pizza y mi esposo quiere tacos de costilla y alguien tiene que comerse lo que dejan. Soy privilegiada y me choca tirar comida a la basura, prefiero engordar o dárselo a los perros en última instancia.

Además estuve un mes sin hacer ejercicio porque, lo diré sin edulcorante: mi cliente y amigo enfermero extrajo lo que resultó ser un tumor benigno en mi espalda, cerca de mis pulmones, y yo ni idea…

Pero estoy contenta y lo mejor mejor mejor es que ya no me duele la rodilla.

Leave a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

× Costos y citas: