Accidente

Práctica diaria

Iba a seguir escribiendo y publicando fotos sobre mi cumpleaños.

Pero en eso me entero del fallecimiento inesperado del esposo de una amiga de mi último empleo.

No llegué a conocerlo en persona, pero ella fue una buena compañera en ese nido de víboras periodísticas.

Sus hijas tomaron clases con mi esposo.

Fue impactante saber que iba saliendo de un lugar y de la nada, un accidente, hospital, en menos de 24 horas la muerte. Y ya.

Por mi trabajo sé que existen las vidas pasadas, la reencarnación, la vida después de la muerte, que podemos comunicarnos con los fallecidos y así.

Pero no me parece que sea ningún consuelo.

Uno de mis mayores temores, lo noté ayer, es volver a ser ese tipo de persona que tanto me costó dejar ir.

Descanse en paz.

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